Cuando estás en el trabajo, tu perro puede jugar y recibir la atención que necesita (¡en lugar de morder los muebles de la sala!). Los perros que vienen a la guardería tienen oportunidades de jugar durante todo el día, además de tiempos de descanso. Déjalos de camino al trabajo y recógelos de camino a casa. ¡Les encantará!